Radiografía de un soñador

- Buenas tardes

- Buenas tardes

- ¿Nombre?

- Prefiero mantenerlo en secreto

- ¿Eso tiene algo que ver con los dos patrulleros que lo están esperando en la puerta?

- Cómo?! Ya llegaron?!

- Tranquilo, está en televisión, nadie va preso si sale en televisión

- Tiene usted razón

- Bueno, comencemos

- Déle

- Primero, la pregunta del millón: ¿Cómo fue que se hizo millonario?

- Pues si, hay muchas historias raras detrás de eso, sin embargo fue todo tan simple y encantador...

Todo empezó allá lejos y hace tiempo, con mis primeras incursiones en el mundo del amor y el sexo, todavía lo recuerdo y se me resbala una lágrima desbordante de ternura por la mejilla. Recuerdo que yo tenía 11 años... ella 6. Una noche le convidé un polvito que le robé a mi padre... como no recordar esa imagen... sus ojitos brillosos y su mirada perdida me indicaron que era el momento de abordarla... ella toda quietecita, apenas si movía su pie. La espuma que salía de su boca me sabía a la más fina miel jamás hecha por abejas descendidas directamente del paraíso... Mi abuela y mi tía lloraban de emoción, ellas estaban ahí filmándolo todo. Luego al otro día mi padre al ver el video y sin poder esconder un gesto de inequívoco orgullo, me dijo que ese polvito le había salido "30.000 australes el papel" y me dio la dirección de donde podía conseguir más... de ahí en más jamás me negué a hacerle el mandado. ¡Que gran tipo!

- Eso es escabroso, sin embargo todavía no me cierra como es que consiguió el dinero

- Oh, sencillo, mi padre vendía esos videos y me daba el 10%... yo estaba muy feliz, pero en lugar de gastarlo en golosinas los fui ahorrando, y bueno, así llegué a todo lo que tengo. Bueno, eso y que en una confusa situación me hice de todo el polvito blanco que tenía el que me vendía, pero esa es otra larga historia.

- Ahora, si usted fue tan rico, ¿cómo es que lo perdió todo de un día para el otro?

- He escuchado rumores que depositan la culpa en el juego clandestino, otros en el alcohol y las drogas—

- Bueno, no puede negar que usted es de tener esas costumbres…

- ¡Por supuesto! Como todo buen cristiano no puedo dejar de visitar a mis amigos de póker todas las semanas, e inclusive un poco de diversión en píldoras o mujeres de vida volcada hacia el prójimo no me hace un derrochón, pecador, ni nada que se le asemeje—

- ¿Está seguro?

- Por completo. Paso a contarle…

Resulta que un día, quizás aturdido por las consecuencias que toda noche tienen al día siguiente, golpean a mi puerta dos personas que se dieron a llamar “Testigos de Jehová”. Luego de intercambiar palabras y algún que otro insulto, lograron convencerme que iba por mal camino, y que tenía que retomar la senda del Señor para asegurar mi vida eterna en el Paraíso. Y como Paraíso al cuete no se iba a llamar, suponiendo que está lleno de todo eso que me gusta, pero gratis, apelé al pensamiento racional más puro y cristalino, y me dije “me quedarán unos cuarenta años… si me sacrifico ahora tendré una eternidad de vida cristiana a puro juego, burdeles de lujo y otros excesos”, por lo que no lo dudé un segundo, le doné todo mi dinero al Pastor y tomé la vía del Señor para no soltarla jamás.

- Ese es un mensaje esperanzador para todos los creyentes.

- Más bien, ojalá todos sigan mi ejemplo de vida.

- Para finalizar esta corta entrevista, usted, ¿sueña con Dios?

- Todas las noches, créamelo que todas las noches.

- ¿Y en que consiste su sueño?

- Saco póker de ases y me quedo con las dos damas de compañía que Él tenía reservadas para lo que Él llama “mi domingo”.

- Muchas gracias por la entrevista

- Gracias a usted

- ¡Oficial!