Criaturas raras de la sociedad

Caso IEH-039239/2 Inciso A:

Testigos de Jehová

Testigo de Jehová: Dícese de una persona que pasa por nuestro hogar en los momentos menos apropiados y trata de convencerte de no sé qué señor que supuestamente es un fenómeno y todo eso. Suele recibir como respuesta "No pierda el tiempo, soy adorador de mi único amo Lucifer", "Mi nombre es Lucía Fernanda, pero todos me conocen como 'LuciFer'", y hasta se han reportado casos en los cuales las víctimas de tan malévola criatura simplemente contestaba "No hay nadie, estoy en lo del vecino". Suelen portar maletines y carteras llenas de folletitos, cruces, ajo, agua bendita y cosas así, según ellos "cosas necesarias en caso de emergencia".


Procedimientos de escape o reprimenda:

Saber cómo defenderse de estas criaturas es algo muy necesario para estos días tan agitados que vivimos, y sabremos hacerlo si cuidamos de estos principios:

1.- Ante todo, respeto: Si señor, si bien el hecho que vengan a tratarnos de cambiar nuestra manera de pensar (o nuestra fe, en el caso de los creyentes) es ya una falta de respeto, nuestra contestación debe llevar el mayor respeto posible, por lo que frases como "discúlpeme, si dejo la puerta abierta se me escapa el doberman asesino" o "discúlpeme, pero su poca sapiencia sobre religiones en general hace que no pueda tomar una decisión acertada, ya que primero quiero tantear el panorama antes de afiliarme a algun culto" suelen venir como anillo al dedo en estos casos.

2.- Desconcertar: Persona desconcertada no habla, y ya que esta gente suele hablar (una de las cosas irritantes), frases como "discúlpeme, estoy ejecutando una violenta violación de una joven y luego quisiera poder asesinarla para enterrar su cadáver todavía caliente en su morada final: el patio, justo debajo de un olivo" o "mirá, otra vez llueve caca" suelen ser más que oportunas.

3.- Predisposición: Siempre con una sonrisa, aunque digamos las barbaridades más grandes, ya sea "si, estoy de acuerdo" o "que dios te bendiga".



Accesorios:

Siempre nos podremos valer de elementos que faciliten nuestra apariencia, para ejemplificar o para cerrar un concepto, a saber:

1.- Monedas: Para poder rematar con un "Tomá, andá a comprarte un café a ver si se te despierta la neurona" mientras arrojamos algunas monedas al pavimento. Eso sí, el arrojo monedil debe ser lejos del cordón, no queremos cargar con un accidente en nuestras espaldas cuando se abalancen sobre ellas.

2.- Caretas: Para, por ejemplo, poder ponernos una careta de Marley y que digan "dejá, este tipo es un pelotudo, rajemos antes que nos contagie"

3.- Cruces: Para poder colgárnoslas al revés de nuestros cuellos y poder dar una imagen más concordante si optamos por espantarlos con supuestas adoraciones satánicas.

4.- Tres cruces: Para poner algun que otro paquete de dicha marca de salchichas en avanzado estado de descomposición disimuladamente en sus maletines y al fin soltar a nuestro doberman asesino.




Ejemplo de situación: (cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia)


Cinco de la tarde, el café apenas terminado de servir, medialunas frescas a un lado, nuestra serie favorita en la televisión, y cuando me apronto a mojar la medialuna en dicha bebida escucho un timbrazo.

Pensamiento: "Maldita sea, no eran vendedores de perfumes esos que acabo de ver cuando estaba haciendo el café"

Me paro a atender, ya con principios de malhumor en vista, miro por la ventana y veo que sobre la vereda hay dos personas, que paso a describir:


Persona Nº1:

Rango de edad: En vísperas de acceder a la adolescencia.
Sexo: Por la pelusa debajo de la nariz, masculino.
Tipo de vestimenta: Ni elegante sport ni de traje, obviamente agarró lo mejor que tenía en el ropero y se lo puso..... se nota que no tiene ropero..... ni gusto.
Pelo: Corto, levemente respingado, de tono azabache.
Observaciones varias: De lejos nomás cualquiera diría que es un pelotudo.


Persona Nº2:

Rango de edad: En tiempo adicionado al reglamentario.
Sexo: Por los zapatos, femenino.
Tipo de vestimenta: En otro estado de situación, recurriría a que el lector se trate de hacer una imagen mental, pero no soy tan mala persona como para hacerlo pasar por semejante trance.
Pelo: Típico corte de señora mayor, con notorias manchas de tintura a lo largo y a lo ancho del cuero cabelludo, frente, orejas y cuello.
Observaciones varias: N/A


Abro la puerta, y sin mayor preámbulo escucho "Buenas tardes, disculpe la molestia, hoy estamos compartiendo con la gente del barrio unos pensamientos de la biblia que--". Interrupción por parte del dueño de este espacio que paso a describir:


(Pensamiento) "¿Pensamientos de la biblia? ¡Qué buena contradicción! Otra que 'inteligencia militar'"
(Pensamiento) "¿Cómo me los saco de encima?"
(Pensamiento) "Ya sé"
(Palabra hablada) "Lo siento, me anoté en una maratón"
(Acción) Saco un número grande del bolsillo.
(Acción) Lo pego en mi espalda.
(Acción) Salgo corriendo.
(Hecho fortuito) Mi impericia visual hace que me choque uno de los dos árboles que toda la vida estuvieron plantados en la vereda.
(Sentimiento) Dolor en el rostro
(Pensamiento) "La puta que lo pariooooooooooo"
(Desgracia) Vienen los que acudieron a mi puerta y me empiezan a hablar en idiomas raros.
(Observación del editor) No eran lenguajes raros, era el estado de shock.
(Observación del editor) El estado de shock no fue producido por el golpe en sí, sino porque desde ese ángulo se podía apreciar de una forma nunca antes vista la retaguardia de una de las vecinas de enfrente.
(Acción) Procedo a recuperar la verticalidad
(Desgracia) Los visitantes dicen ".... el señor actúa de maneras misteriosas ...."
(Palabra hablada) "Si, tienen razón, no suelo salir corriendo tan intespectivamente"
(Desgracia) Los visitantes dicen ".... me refería al señor ...."
(Palabra hablada) "Ahhh, al vecino? Si, es medio raro, para mi que es un pelotudo"
(Desgracia) Los visitantes dicen "yo me refería--"
(Palabra hablada) "Ahh por la ropa? Si, parece medio balín"
(Desgracia) Los visitantes dicen "Nos referimos al Señor. ¿Alguna vez leyó la biblia?"
(Palabra hablada) "Sí, un día comí medio kilo de queso de cabra, lo cual derivó en una dificultad para ir de cuerpo nunca antes vista. Cuando en pleno forcejeo con mi interior me estaba quedando sin cosas que leer, me cruzo con ese libro, y bueno, le pegué una hojeada"
(Desgracia) Los visitantes dicen "¿y que le pareció la palabra del Señor?"
(Palabra hablada) "Una cagada"
(Observación del editor) Cuac! Cuac!
(Palabra hablada) "Lo que sí es que mejora mucho el tránsito lento, otra que el yogur"
(Desgracia) Los visitantes dicen "Esto es el colmo, usted es un irrespetuoso"
(Acción) Los visitantes abandonan las inmediaciones.
(Pensamiento) "Objetivo cumplido"