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martes, octubre 18, 2005

Las cuatro nobles verdades del pispear con sutileza

1.- Mirar un escote prominente es como mirar el sol.

Un busto de apreciable tamaño es algo que no se ve todos los días, especialmente en lugares como geriátricos. Por ello, uno tiene que tener un real aprecio sobre el (o los, en este caso) objeto que es destino de nuestra libidinosa mirada. Uno de los puntos más importantes es no fijar la visión mucho tiempo sobre dichas maravillosas protuberancias, dado que como el sol, pueden hacer daño a la vista, la diferencia radica en que en lugar de la acción natural del astro, lo que produce el daño generalmente es alguna extremidad u objeto contundente manipulado por el novio de la dueña de las maravillosas protuberancias.


2.- La discreción es la base sobre la cual yace el éxito de nuestra performance.

Obviamente, mientras más desapercibidos pasemos en nuestro afán de observar diversas partes de la anatomía de ciertos especímenes femeninos especialmente atractivos, más reconfortantes van a llegar a ser esas experiencias, y podremos dedicar a ello mayor parte del tiempo.
Un sabio consejo que mi persona ha aprendido estos años, fue entregado a mi por un gran sabio, cuya identidad voy a mantener en reserva por expreso pedido de él, Ricardo Vaporeso. Recuerdo esa frase como si me la estuviera diciendo ahora mismo, a mi memoria vienen rápidamente sus palabras: "'cuchame una cosa, pedazo de gil, pa' pispeá' una mina lo que tene' que hace' e' esperar que se ponga cerca de algo que llame la atención, algo como una lámpara, un cuadro, o una ventana. Ahí cuando la mina te mire, vo' solo tene' que desvia' lo' ojo' cerca y poner cara de boludo."
Gracias maestro por sus sabias palabras, no sé que hubiera sido de mí sin ellas.


"La discreción es una virtud, sin la cual dejan las otras de serlo." Sir Francis Bacon..


3.- Ser caballero cuando no se quiere serlo.

¿A quién no le ha ocurrido que estando sentado cómodamente en un colectivo, suba un/a anciano/a, una mujer con niños o simplemente alguien que visiblemente necesite sentarse? Muchachos, a ser caballeros. Toda oportunidad de viajar parados en un colectivo nos brinda un ángulo de visión muchísimo mas provechoso que el estar sentados cual bolsa de vísceras completamente inánime. Especialmente cuando uno tiene una altura considerable y tiene excusa para viajar con la cabeza agachada en algún que otro colectivo con el techo bajo, brindando oportunidades de tener planos celestiales de las escotadas.


4.- Buscar el terreno apropiado es tan importante como tener ojos.

Como se dijo en el primer punto, de nada sirve ir a pispear a un geriátrico. Un tiene que buscar los lugares, o mejor dicho, saber encontrarlos, que no es lo mismo...........no, no lo es. Uno de los lugares más cautivantes (a excepción de la playa, por supuesto) son los jardines de infantes. No señora, no soy pedófilo, es a las madres a las que uno pispea. Dado que los retoños que concurren a dichos establecimientos son extremadamente jóvenes, por lo general las madres que acuden a su búsqueda una vez terminado el día son jóvenes también, lo cual ya aclara el panorama de forma asombrosa. En otro punto en el que favorece el hecho de la corta edad de los niños, es en la altura de ellos. Las "mamis" por lo general se agachan para arreglarles el pelo, la mochila, el guardapolvo, etc, etc, etc, lo que nos regala un espectacular paisaje desde cualquier ángulo imaginable por el ser humano.
Otro ítem a tener en consideración es el horario. Es mucho más aprovechable el horario de la salida de los niños y no el de entrada, ya que muchas "mamitas" van a esperar a sus hijos a la salida, cosa impracticable cuando los llevan, obviamente no se van a quedar 10 o 15 minutos en la puerta una vez que los dejaron. Sería muy bueno, pero no.







Espero que estas "Cuatro nobles verdades" hayan sido un aporte a la humanidad y que no caigan en el olvido, ya que aplicadas de forma correcta, pueden traer muchas alegrías.