Tengo una cita

(revelaciones y anéctodas como para no quedar como un pelotudo)

Es inevitable. Por más que tengas 30 años, vivas con tu mamá y estés inmerso en un espiral de misoginia como nunca en tu vida, en algún momento vas a enfrentarte a un ejemplar femenino con intenciones non-sanctas (sí, esto está dirigido a la platea masculina) (sí muchachos, voy a poner fotos de tetas). Si la idea es no quedar en ridículo, que los dos la pasen bien y si le rezaste lo suficiente a Hristo (o a Vázquez) darle como en bolsa, seguí leyendo, capaz que aprendés algo.

Nota importante: en algunos casos, puede o no ser del todo cierto lo que voy a escribir, por lo que cuando esté narrando algo “que me pasó una vuelta” voy a poner entre paréntesis el porcentaje de verdad que tenga cada situación. Ejemplos:

 

“Recién llego, fui al kiosco” (98%)

“Las novelas brasileras? Me encantan!” (3%)

“Te amo” (0,8%)

 

"Nico, que tenés que hacer hoy a la noche?" (-1000%)

 

El primer paso cuando uno toma conciencia de la situación (o sea, la cercana muerte por coma lácteo), uno empieza a revisar posibles víctimas de nuestros más bajos deseos, ya sea sexo, violencia, o las dos cosas juntas, que es de lindo…

Analizando los ejemplares de nuestro conocimiento, primero establecemos un rango de edad. Digamos de… 18 a 35? Bueno, igual la flexibilidad está presente en todos los órdenes de la vida. Descartamos defectos congénitos, falta de piezas dentales y enfermedades venéreas, con lo cual nos quedarán tres o cuatro posibles candidatas, a saber.

 

Candidata A:

Positivo: Tiene buena onda.

Negativo: Pesa más que yo.

 

Candidata B:

Positivo: Está para darle hasta con el diario.

Negativo: Vive a 600 kilómetros. No da para ir hasta allá.

 

Candidata C:

Positivo: Tiene plata.

Negativo: Le vomité el árbol de la vereda la semana pasada, mientras me reía de las manchas en la pollera y gritaba consignas comunistas.

 

Vieron que no es nada fácil? El escenario no puede ser peor, por lo que vamos a escarbar en la memoria para ver si no nos olvidamos de ninguna.

 

 

(Charla conmigo mismo, 97% de aproximación a la realidad)

 

- Emmmmm

- ¿Ninguna? ¿Seguro?

- Emmmmm

- Te acordás de X?

- X? Tenés razón.

- Viste? Te olvidabas de X

- Pero no me va a dar bola, me parece que anda medio de novia…

- No importa, te tiró onda la otra vez, capaz que agarra viaje.

- ¿¿Cuándo me tiró onda??

- Vos sos más boludo que un camión de toros. Te seguiría insultando, pero como no sos más que otra parte de mi conciencia, te dejo en paz.

- Ahh… pero fue hace mucho. Igual nunca me di cuenta che…

- Eso refuerza mi insulto anterior. Te acordás cuando fuiste a visitar al hermano y ella se apareció con pantalones casi transparentes que dejaban vislumbrar con inequívoca exactitud su escandalosamente sensual ropa interior?

- Si, todavía no le pude sacar la mancha de baba a la remera.

- Bueno, te acordás que se te sentó al lado, que hablaba despacito porque “le dolía la garganta”, que decía que tenía el cuello duro porque había estudiado todo el día… te acordás?

- Emmm… si.

- Dame una causa valedera por la cual no le empezaste a hacer masajes antes que te opere las pelotas por crecimiento descontrolado.

- Es que estaba instalando el Windows y cada dos segundos aparecían carteles…

 

 

No me funciona muy bien que digamos. (90%)

 

 

Bueno, la víctima está en la mira. Agarrás el celular, el teléfono fijo o la paloma mensajera y le ponés algo como “Hola X! Cómo andás tanto tiempo? El otro día vi una propaganda del zoológico y me acordé de vos… que es de tu vida?”. Lo del zoológico no es buena idea, pero ya sabrán inventar algo. Luego de una conversación amena finalmente le proponés juntarse en algún lugar para tomar unas copas (obvio que tiene que haber alcohol, preferentemente en el torrente sanguíneo de ella).

 

Lugares apropiados:

“Vamos a tomar unos vinos a la plaza?” A menos que sea punk, no.

“Vamos a ver Sporting-Bella Vista?” A menos que sea barrabrava, no.

“Te parece una cena romántica a la luz de la luna… en el puestito de panchos?” No seas miserable, en este caso el dinero no se gasta, se invierte.

 

 

" En mi casa? No creo que sea una muy buena idea"

OJO! En un cierto porcentaje de los casos (la mitad, digamos. O más) puede ser que ella sea la que te tire la onda para salir. O para ir a la casa de ella.

Recordatorio: Si la conociste a la tarde, le pide tu número a la amiga que te presentó, te invita a la casa esa misma noche y te recibe con luz tenue y música lenta “porque me caíste bien, estamos como re-sincronizados” QUIERE GUERRA! Si dormís en ese caso TE RECIBÍS DE OPA (98,9%)

 

 

A veces me siento así de estúpido

 

Ya está. Están en el lugar. Charlan lo más bien con una pizca de nerviosismo de ambos lados. Ella no para de reírse de tus estupideces y te alaba por cada boludez que hacés, ya sea jugar al basquet, al waterpolo o ayudar a cruzar a viejitos en los semáforos (y luego sacándoles la billetera en forma de pago). Vos no parás de decirle de por qué Spiral Architect es una banda que cambió la música y que dentro de 30 años vamos a seguir viendo su influencia. Obviamente estás meando afuera del tarro. Pedí permiso para ir al baño, meté la cabeza en el inodoro y tirá la cadena cuatro o cinco veces. Ya te despertaste? Bien, ahora poné cara de ganador y salí del baño, no sin antes rezarle a la estampita de Johnny Tolengo para que te de suerte en la conquista.

 

 

"Vamos flaco todavía, estás para ganar"

 

 

Continuará...